No te pierdes mucho de mi amistad
es exactamente lo mismo que la soledad.
Ya no me ilusionan tus palabras
ni me excitan tus caricias.
Ya no siento la necesidad de hablarte
ni tengo la obligación de escucharte,
es mas he levantado un muro
para asilarme del mundo.
No soy antisocial,
solo un poco paranoico,
porque no algo esquizofrénico
y si muy anormal.
Estoy cansado de gritarte: ¡No me gustas!
Te he escrito hasta el hartazgo: ¡No me busques!
Es cierto, soy despreciable
y para ti quiero ser aun mas desagradable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario