Es tiempo de diseccionar mi alma,
de borrar esta letargica calma
que me ahoga en las aguas del letéo
donde poco a poco desaparece mi deseo.
Removiendo mis entrañas,
antiguas memorias, extrañas
cesaciones desbocan mi corazón
asesinando mi ultimo rastro de razón.
Esa antiquísima evocación a la autodestrucción.
Despertando esta en lo profundo del abismo
donde agonizaba lentamente de olvido,
pero ahora ha vuelto en una destructiva alucinación.
¡Como extrañaba!, la asfixia del alcohol
con su brutal toque de felicidad toxica
dejando a la desdicha intacta
mientras mis heridas se pudren con el sol…
En mi sangre corre un río ardiente,
penetrando mis venas es como entra
y sale transmutado en acto demente
traducido en palabras es como acaba.
Y… en le ultimo acto
o debería llamarla mi mas grande secreto.
Artifice de mi destrucción
musa obscena de mi desesperación.
¡Te invoco, alma llena de lujuria!
mujer cuyo nombre es una injuria
parida por mis letras
maldecida por mis palabras.
Invitación abierta a mi perdición
atracción fatal hacia el abismo
dejando mi grito ahogado en este mutismo
hastíado en desesperación.