Mis voces que nunca fueron escuchadas,
los besos que jamas tus labios tocaron
y por que no las caricias que nunca te acariciaron
aunque, otras mujeres las agradecieron.
Revolcandonos en momentos,
fingiendo olvidos tontos
y acostandonos con otros
es como nos extrañamos.
Conservamos el deseo masoquistamente
en un puñado de pretextos
que no hacen sino recordarme tu sexo
en un arranque de locura constante.
Aunque aveces pienso
que todo esto es un desastre
causado solo por lo que siento
aunque sospecho que todo esto tu lo armaste.
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