Es el deceso a la depresión,
la eterna lucha entre el vino y la razón.
Es la sonrisa forzada
la mascara de una alegría olvidada.
Y... si todo esto me lleva a perder el control
entonces escojo la autodestrucción
de una tristeza fuera de control
derramandose en alcohol y desilusión.
Es la razón y la depresión
peleando por el control
de mi extraña obsesión,
mi dulce combulción.
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